Catarata ocular cirugía: ¿Qué es y cómo se realiza?
La catarata ocular es una de las causas más comunes de pérdida de visión en personas mayores de 60 años. Se produce cuando el cristalino del ojo se nubla, afectando la visión de forma progresiva. La cirugía de cataratas es una intervención quirúrgica muy común y segura que consiste en retirar el cristalino dañado y sustituirlo por una lente intraocular.
El procedimiento se realiza en una clínica oftalmológica y se utiliza anestesia local. El cirujano realiza una pequeña incisión en el ojo para acceder al cristalino. A continuación, se fragmenta y extrae el enucleado para, finalmente, proceder a implantar la lente intraocular que normalmente será de material sintético y se fijará al ojo. Dependiendo del método utilizado, la duración de la operación suele ser de ente 15 y 30 minutos.
Después de la intervención las molestias suelen ser mínimas y la recuperación es rápida. Se recomienda seguir las indicaciones del oftalmólogo y mantener una buena higiene ocular, así como evitar frotarse los ojos, realizar esfuerzos físicos o actividades que impliquen esfuerzo ocular excesivo.
Tipos de lentes intraoculares
Las lentes intraoculares son dispositivos artificiales que se implantan en el ojo para reemplazar el cristalino dañado. Existen diferentes tipos de lentes intraoculares, cada una con sus ventajas e inconvenientes.
Las lentes monofocales son las más comunes y se utilizan para corregir la visión a una distancia fija, ya sea de lejos o de cerca. Las lentes multifocales, por su parte, permiten la visión a diferentes distancias y son ideales para personas que deseen prescindir de gafas tras la intervención. Las lentes tóricas, por último, están diseñadas para corregir astigmatismo en adición a la catarata.
Es importante destacar que la elección de la lente intraocular dependerá de las necesidades visuales de cada paciente y de la evaluación individualizada y experta que realice el oftalmólogo.
¿Quiénes son candidatos a la cirugía de cataratas?
La cirugía de cataratas es un procedimiento muy común que se realiza en personas de todas las edades. Sin embargo, en general, los pacientes deben cumplir ciertos criterios para ser candidatos a la intervención. Uno de los más importantes es que la catarata debe estar afectando la calidad de vida del paciente y limitando su visión de forma significativa.
Es importante realizar una evaluación oftalmológica completa antes de someterse a la cirugía de cataratas. Si bien el procedimiento es muy seguro, existen ciertas condiciones oculares o sistémicas que pueden aumentar el riesgo de complicaciones, por lo que es fundamental que el paciente sea valorado por un oftalmólogo especializado. Por ejemplo, pacientes con enfermedades como glaucoma, degeneración macular, diabetes o problemas de coagulación pueden requerir un abordaje especializado.
Tecnología en la cirugía de cataratas
La cirugía de cataratas ha evolucionado significativamente en los últimos años y actualmente existen diferentes tecnologías que han mejorado los resultados y la seguridad de la intervención. Uno de los avances más recientes es el uso del láser femtosegundo, una técnica más precisa y menos invasiva que el método tradicional de cirugía de cataratas.
El láser femtosegundo permite la realización de una serie de pasos exactos y programables previos a la cirugía que mejoran la precisión y efectividad del procedimiento. Además, también contribuye a reducir las posibles complicaciones de la intervención.
Otro avance tecnológico importante es la implementación de lentes intraoculares premium que permiten la corrección de la visión a diferentes distancias, evitando la necesidad de uso de gafas o lentes de contacto tras la intervención. Las lentes premium pueden ser multifocales, tóricas o adecuadas para la corrección de la presbicia, garantizando un resultado óptimo y personalizado para cada paciente.
Complicaciones después de la cirugía de cataratas
En general, la cirugía de cataratas es una intervención segura y con muy baja tasa de complicaciones. No obstante, como con cualquier procedimiento quirúrgico, existen algunos riesgos que debemos conocer. La complicación más común después de la cirugía de cataratas es la infección ocular. Esto puede ser prevenido siguiendo cuidadosamente las indicaciones del oftalmólogo y utilizando los colirios y antibióticos prescritos.
Otras complicaciones, aunque menos frecuentes, pueden incluir problemas de inflamación, derrames retinianos, edemas maculares o incluso aumento de la presión intraocular. De nuevo, la mayoría de estas complicaciones pueden prevenirse siguiendo las pautas y recomendaciones del cirujano oftalmólogo. Es importante también estar en manos de un equipo médico y de una clínica oftalmológica con experiencia y reconocida por su buena praxis.
Recuperación post-cirugía de cataratas
La mayoría de los pacientes suelen experimentar una rápida recuperación tras la cirugía de cataratas. Sin embargo, es fundamental seguir las recomendaciones y pautas del oftalmólogo para garantizar una recuperación óptima y sin complicaciones.
En general, se recomienda evitar realizar actividades que impliquen esfuerzo físico o que puedan aumentar la presión intraocular, así como también evitar frotarse los ojos o cualquier contacto con agua en los primeros días después de la cirugía. Se suele recetar una serie de colirios y antibióticos para reducir el riesgo de infecciones y prevenir la inflamación.
Es importante tener en cuenta que tras la cirugía de cataratas la visión puede tardar algunos días en estabilizarse y adaptarse a la nueva lente intraocular. Es normal también experimentar sensación de ardor o molestia en los ojos, aunque esto debería desaparecer en pocos días.