Introducción
La reducción de estómago sin cirugía es una de las opciones más buscadas por aquellos que quieren perder peso sin tener que someterse a procedimientos invasivos. En Dorsia, clínica líder en cirugía y medicina estética, ofrecen esta opción a aquellos pacientes que quieren mejorar su salud y bienestar de una manera segura y eficaz.
En este artículo vamos a conocer más acerca de la reducción de estómago sin cirugía, cómo funciona, sus ventajas y desventajas. Además, vamos a entender mejor cómo Dorsia puede ayudarte a conseguir tus objetivos.
Qué es la reducción de estómago sin cirugía
La reducción de estómago sin cirugía es un procedimiento que tiene como objetivo disminuir el tamaño del estómago para que el paciente pueda comer menos y sentirse lleno antes. Esto se consigue a través de la colocación de un balón intragástrico en el estómago del paciente.
El balón intragástrico es una esfera de silicona que se coloca en el estómago a través de la boca y el esófago, sin necesidad de cirugía. Es un proceso no invasivo e indoloro que se realiza con sedación y que no requiere hospitalización.
Cómo se coloca el balón intragástrico
El procedimiento de colocación del balón intragástrico se realiza bajo sedación, en un ambiente ambulatorio. El proceso de colocación suele durar entre 20 y 30 minutos y se lleva a cabo a través de la boca.
Una vez colocado el balón, se llena con solución salina estéril para que se adapte al tamaño del estómago del paciente. Una vez inflado, el balón intragástrico ocupará parte del estómago, lo que hará que el paciente se sienta lleno antes y disminuya su capacidad para comer grandes cantidades de comida.
Cuánto tiempo se puede llevar colocado el balón intragástrico
El balón intragástrico se puede llevar colocado entre 6 y 12 meses, según las indicaciones del médico que lo coloque. Durante este tiempo, el paciente deberá cambiar sus hábitos alimenticios y llevar una dieta equilibrada y saludable, para optimizar los resultados de la reducción de estómago sin cirugía.
Cómo funciona la reducción de estómago sin cirugía
La reducción de estómago sin cirugía es un método eficaz para perder peso, ya que se logra una disminución del tamaño del estómago, lo que hace que el paciente ingiera menos cantidad de comida en cada comida y así pierda peso de forma gradual y saludable.
Con la colocación del balón intragástrico, se consigue una reducción del tamaño del estómago, lo que hace que se acelere la sensación de saciedad y el paciente coma menos en cada comida. Además, este procedimiento también puede ayudar a reeducar al paciente en cuanto a sus hábitos alimenticios. Al tener menos capacidad de comer grandes cantidades de comida, el paciente aprenderá a comer menos y mejor y a evitar los alimentos procesados y altos en grasas saturadas.
Cómo se lleva a cabo el seguimiento del paciente
Una vez colocado el balón intragástrico, es importante hacer un seguimiento del paciente para asegurarse de que se están viendo los resultados deseados. En Dorsia, se lleva a cabo un seguimiento personalizado de cada paciente, en el que se realizan revisiones periódicas para comprobar el estado del balón y la evolución del paciente.
Los médicos de Dorsia también asesoran a los pacientes en cuanto a su dieta y hábitos alimenticios, lo que puede ser un factor determinante para lograr los resultados esperados. Además, también se ofrecen sesiones de terapia con un psicólogo para ayudar a los pacientes a mantener su motivación y enfrentar los desafíos emocionales que pueden surgir durante el proceso.
Ventajas de la reducción de estómago sin cirugía
Entre las principales ventajas de la reducción de estómago sin cirugía se encuentran:
- No requiere cirugía: el procedimiento no es invasivo y se realiza a través de la boca, sin necesidad de realizar ningún corte o incisión.
- No requiere hospitalización: el proceso se lleva a cabo en un ambiente ambulatorio y el paciente puede irse a casa después de unas horas de observación.
- Reduce el tamaño del estómago: el balón intragástrico ayuda a reducir el tamaño del estómago, lo que hace que el paciente coma menos y pierda peso de forma gradual y saludable.
- Es un proceso no doloroso: la colocación del balón intragástrico se lleva a cabo con sedación, por lo que el paciente no sentirá dolor durante el procedimiento.
- Es un procedimiento reversible: una vez que se retire el balón intragástrico, el estómago volverá a su tamaño normal y el paciente podrá retomar su alimentación habitual.
Qué pacientes son candidatos a la reducción de estómago sin cirugía
No todos los pacientes son candidatos para la reducción de estómago sin cirugía. Este procedimiento está indicado para personas que tienen un índice de masa corporal (IMC) entre 27 y 40 y que no han tenido éxito con los tratamientos convencionales de pérdida de peso.
También es importante que los pacientes tengan una buena salud general y que no tengan problemas de salud que puedan complicar la colocación del balón intragástrico, como úlceras estomacales o enfermedades del esófago.
Desventajas de la reducción de estómago sin cirugía
Si bien la reducción de estómago sin cirugía puede ser una opción muy efectiva para perder peso sin necesidad de someterse a una cirugía invasiva, también hay ciertas desventajas que deben tenerse en cuenta:
- Puede haber efectos secundarios: después de la colocación del balón intragástrico, los pacientes pueden experimentar náuseas, vómitos o dolor abdominal. Estos síntomas suelen desaparecer después de unos días.
- Requiere de un cambio en los hábitos alimenticios: para lograr que el procedimiento sea efectivo, es importante que los pacientes realicen cambios en su dieta y hábitos alimenticios, lo que puede ser difícil para algunas personas.
- Requiere compromiso y motivación: para lograr resultados positivos con la reducción de estómago sin cirugía, es necesario que el paciente se comprometa y mantenga su motivación durante todo el proceso.
- El éxito a largo plazo no está garantizado: aunque muchos pacientes logran perder peso de manera efectiva con la reducción de estómago sin cirugía, el éxito a largo plazo no está garantizado y depende en gran medida de la capacidad del paciente para mantener un estilo de vida saludable y equilibrado después del procedimiento.