¿Por qué se estira la piel del abdomen?
La piel del abdomen es una de las zonas del cuerpo donde más fácilmente se nota el paso del tiempo, ya que es una de las más expuestas a los cambios de peso y elasticidad. Además, factores como el embarazo, la falta de actividad física y la mala alimentación influyen en la flacidez de esta zona.
No obstante, existen algunas soluciones en el mercado para tratar este problema de forma no invasiva y sin cirugía. A continuación, te presentamos algunas alternativas para estirar la piel del abdomen sin tener que pasar por el quirófano.
Remedios Naturales
Una de las opciones más populares dentro de la medicina natural es la utilización de cremas o aceites ricos en vitaminas y antioxidantes que nutran la piel y ayuden a estimular la producción de colágeno y elastina. Estos elementos son fundamentales para mantener la piel tersa y firme, y se pueden encontrar fácilmente en tiendas especializadas en productos naturales.
Otra solución natural es la realización de masajes con aceites esenciales, idealmente realizados por profesionales. Esta técnica activa la circulación y ayuda a cuidar la piel del abdomen para que recupere elasticidad y firmeza.
Tratamientos Estéticos
Los tratamientos estéticos son una excelente alternativa para aquellos que buscan una solución rápida y eficaz para estirar la piel del abdomen. Uno de ellos es la radiofrecuencia, un método no invasivo que ayuda a estimular la producción de colágeno y reducir la flacidez en la zona afectada.
Otro tratamiento muy utilizado es la mesoterapia, una técnica en la que se inyectan en la piel del abdomen sustancias que ayudan a regenerar los tejidos y estimular la producción de colágeno y elastina.
Ejercicios para estirar la piel del abdomen
Además de los tratamientos estéticos y los remedios naturales, la realización de ejercicios específicos para el abdomen puede ser muy útil para estirar esta zona del cuerpo y mantenerla firme y tonificada. Entre los ejercicios más recomendados para lograr este objetivo, encontramos:
Plancha abdominal
Este ejercicio consiste en apoyar los antebrazos y las puntas de los pies en el suelo, manteniendo el cuerpo completamente recto. La plancha abdominal ayuda a trabajar los músculos del abdomen y fortalecerlos, lo que a su vez mejora la elasticidad de la piel en la zona.
Elevación de piernas
Otro ejercicio que puede ser muy efectivo es la elevación de piernas. Para realizarlo, debemos acostarnos boca arriba con las manos detrás de la cabeza y elevar las piernas estiradas y juntas hasta formar un ángulo de 90 grados con el torso. Mantén la posición unos segundos y baja las piernas lentamente.
Sentadillas
Las sentadillas son ideales para trabajar los músculos de las piernas y los glúteos, pero también pueden ayudar a fortalecer el abdomen. Para realizarlas correctamente, debemos separar las piernas al ancho de los hombros, flexionar las rodillas y bajar el cuerpo poco a poco como si fuéramos a sentarnos en una silla invisible. Mantén la posición unos segundos y vuelve a subir lentamente.
Alimentos para estirar la piel del abdomen
Además de los ejercicios y los tratamientos estéticos, mantener una alimentación saludable y rica en nutrientes es fundamental para estirar la piel del abdomen. Algunos alimentos que podemos incluir en nuestra rutina diaria para conseguir este objetivo son:
Frutas y verduras frescas
Las frutas y verduras frescas son ricas en vitaminas y antioxidantes, lo que ayuda a mantener la piel del abdomen nutrida y sana. Además, su alto contenido en agua contribuye a mantener el cuerpo hidratado y a mejorar la elasticidad de la piel.
Proteínas magras
Las proteínas magras como el pollo, el pescado o el tofu son fundamentales para mantener la masa muscular y evitar la flacidez en el abdomen. Además, este tipo de alimentos son bajos en grasas y nos aportan energía para realizar nuestros ejercicios diarios.
Grasas saludables
Aunque parezca contradictorio, incluir grasas saludables en nuestra dieta puede ayudar a estirar la piel del abdomen. Algunas opciones recomendadas son el aceite de oliva, el aguacate o los frutos secos, que nos aportan ácidos grasos esenciales para la salud de la piel y el cabello.